lunes, 28 de septiembre de 2009

Necesidad de rezar la coronilla

Del autor del blog:

Hola hermanos, la Paz de Nuestro Señor esté con cada uno de ustedes.


Les agradezco grandemente su visita a este humilde blog. Como ya han leido, la intención es la de propagar la devoción a la Divina Misericordia, y a su vez enseñar la sana doctrina, que reside en el seno de nuestra Santa Iglesia Católica. Por eso les pido paciencia para ir nutriendo este blog, de a poco iré añadiendo información, tanto de la devoción a la Misericordia, como artículos doctrinales.


Nuevamente les agradezco su visita, espero que puedan aprovechar plenamente este regalo que Dios nos hace en los últimos tiempos, encontrando en Su misericordia, el gran misterio de su amor, reconociendo que por esta ultima tabla de salvación nos revela el deseo profundo de Dios, como lo es que todas las almas se salven y tengan pleno conocimiento de la Verdad (1 Tim 2, 4)

Por último, les quiero compartir un artículo de la página de catolico.org, el cual es un extracto a su vez del diario de la Misericordia.

Que Dios los colme de bendiciones.

Javier Negri


El viernes 13 de septiembre de 1935, el Señor le reveló a santa Faustina un poderoso medio para obtener la misericordia de Dios para el mundo. Ella lo escribe así:

En la noche, cuando estaba en mi celda, vi un Ángel que era el ejecutor de la justicia de Dios. Estaba vestido con una túnica brillante, su cara gloriosamente iluminada y una nube bajo sus pies. En sus manos tenía truenos y relámpagos. Cuando vi las señales de la ira divina, con las cuales cierto país de la tierra sería castigado de una manera particular, imploraba al Ángel, pero noté enseguida que mis plegarias eran impotentes contra la ira de Dios ... En el mismo momento vi a la "Santísima Trinidad", que irradiaba Majestad y Santidad incomparables. Al mismo tiempo oí interiormente palabras, con las cuales empecé a implorar fervorosamente por la salvación del mundo. Y ¡Oh milagro! el Ángel era impotente contra esta oración y no podía ejecutar el justo castigo. Las palabras con las que imploraba la misericordia de Dios eran las siguientes: "Padre Eterno, yo te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amadísimo Hijo y Señor Nuestro Jesucristo por nuestros pecados y los pecados del mundo entero. Por su dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

http://www.catolico.org/jesus/divina_misericordia%20.htm#imagen%20de%20la%20Misericordia